Lo que voy a contarles a continuación es un breve ejemplo de lo que uno debe hacer cuando realmente desea algo, al final eres tú, tus decisiones pueden afectar a otros pero recuerda que es mejor hacerlo y equivocarte a que no hacerlo nunca.
Espero que no sea mi último viaje a Cuzco, es más deseo cumplirle el deseo a Yanet de venir a esta ciudad a tomarnos un par de tragos en un happy hour de cualquier bar que hay por aquí, disfrutar del paisaje, la noche cosmopolita de miles de turistas, del descanso de un buen hotel y obviamente disfrutar de una noche romántica.
Espero que no sea mi último viaje a Cuzco, es más deseo cumplirle el deseo a Yanet de venir a esta ciudad a tomarnos un par de tragos en un happy hour de cualquier bar que hay por aquí, disfrutar del paisaje, la noche cosmopolita de miles de turistas, del descanso de un buen hotel y obviamente disfrutar de una noche romántica.
Sin embargo aún estoy inquieto. Llegue esta mañana a las 8 y 39 al aeropuerto para reservar mi vuelo, mientras esperaba en el counter de Avianca, me tocó mi turno y no pudieron adelantarme el vuelo, por lo cual tenía un par de horas para disfrutar esta ciudad, solito.
Pude haber cogido un taxí como cualquier turista, aunque según las Naciones Unidas no reconocen a un turista cuando este esta de paso menos de 24 horas; es verdad si desean busquen ustedes la definición; pero de eso no vine a hablar.
Me fui caminando del aeropuerto pensando en todo lo que paso esta semana, fue un tiempo demasiado lento para acontecimientos demasiado rápidos, sabía que pasaría.
Mi mente es maravillosa, desee algo que muy dentro de mi deseaba por amor a mi mismo pero tambien no deseaba hacerlo por miedo, si por miedo a mi esposa y a la incertidumbre.
Parece ilógico porque nacimos para hacer las cosas que nos apasiona, pero algunas veces no podemos realizarlo por miedo a ofender, por quedar bien con otros o hacer algo que otro no desea y por ello, un deseo es bipolar se contradice y lucha entre si en el campo de la moral de uno, hasta que inevitablemente uno de los dos gana, no existe lugar para el empate.
Mi mente es maravillosa, desee algo que muy dentro de mi deseaba por amor a mi mismo pero tambien no deseaba hacerlo por miedo, si por miedo a mi esposa y a la incertidumbre.
Parece ilógico porque nacimos para hacer las cosas que nos apasiona, pero algunas veces no podemos realizarlo por miedo a ofender, por quedar bien con otros o hacer algo que otro no desea y por ello, un deseo es bipolar se contradice y lucha entre si en el campo de la moral de uno, hasta que inevitablemente uno de los dos gana, no existe lugar para el empate.
El que te guardes un deseo de algo genera estrés, hacer algo que no deseas es energía que no liberas, te hace daño y eso me paso a mí. Les contaré mi historia; yo deseaba salir de mi trabajo, simplemente deseaba salir por una promesa incumplida de un jefe, al cual no quiero criticar pero, no puedo negar que el no deseaba trabajar conmigo.
Esa impotencia de no ser reconocido, el cual es uno de los deseos esenciales del ser humano; según Charles Darwin; me dolía en el fondo, pero no podía dejar mi trabajo solo por orgullo, tengo una familia compuesta de una hermosa esposa y dos hijos que son de putamadre. Los amo.
Bueno, por temas externos en mi trabajo me tocó trabajar de noche; yo trabajo en mantenimiento de equipos mineros; y bueno la pelea de deseos así como la factura del trabajo nocturno en meses y las riñas con mi esposita linda, llevaron a mi cerebro a un nuevo nivel de estrés, uno que nunca había sentido en mi vida.
Comencé a meditar y en mis meditaciones me vi en otro trabajo, me preguntaba aun dudando si lo deseé realmente y curiosamente a mi mente llegó la información que nos iban a despedir, ¿imaginen que? eso pasó realmente. Este tipo de cosas me pasaban más cuando era adolescente, de alguna manera podía ver el futuro. Pensé que había perdido poder pero en realidad fue que no estaba enfocando.
Sabía que mi deseo de salir de ese trabajo había ganado, pero quedaba un asunto por solucionar, como le digo a mi esposa que no tengo trabajo, pero mi espíritu solicitó tener uno y no saben milagrosamente me llamaron de dos empleos, ahora estoy en el dilema de cual elegir.
Cuando estaba laborando con mi cabeza se revuelta y cansada, hicieron que casi se me paralizara el rostro, me asusté mucho pero me dí cuenta que era más que todo por el miedo a mi mujer, y me dije a mi mismo que esto no puede seguir así, a veces uno no puede complacer en todo a uno, aunque estes casado tienes que darte cuenta que el primero a quien debes importar es a ti mismo, porque si no estas bien contigo no lo estarás con nadie.
Fue un ejemplo claro que el miedo es lo contrario al amor, es destructivo. Me la pase todo el día en el centro médico de la mina y ordenaron una movilidad para que me bajen a Cuzco.
He decidido enfrentar ese miedo y transformarlo en amor, espero que la comprensión de mi mujer se active en ese momento, la amo muchísimo. Ahora me encuentro caminando en la ciudad y me parece simpática esta ciudad para caminar, si pueden lleguen a un cáfe, cualquiera esta bien, el café de Cuzco es buenazo, solo deséenme suerte, aunque sin ofender, pero estoy seguro que no la necesitaré.
Esto me recordó mucho a la canción de Drake Bell "I found a way" o buscando la manera, recuerden que lo simple es lo más difícil de encontrar.
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